Querida amiga.
Hoy empiezo la carta sin escribir tu
nombre porque no te quiero comprometer, se a quién se lo estoy mandando y vos
sabes quién sos, así que no hace falta más explicaciones. Lo que descubrí es
algo que cambio mi vida y necesitaba contárselo a alguien, mejor dicho, a vos. Sé
que pueden estar leyendo esto que te estoy escribiendo, voy a ser concisa y
clara, tenes que saber que estoy perseguida pero con razón.
El otro día estaba en casa, papa estaba en uno de sus tantos viajes de negocios y mama en lo de una de sus amigas, o algo así, la verdad no escuche a donde se iba porque estaba en la computadora. Todo era muy normal, yo malgastando mi tiempo como siempre y silencio en casa. Con mucho esfuerzo de mi parte decidí ir a buscar algo para comer a la cocina. Continuaba todo muy normal, muy ordenado estrictamente como lo quiere mama. Pero algo me molestaba, era una hoja que se encontraba en el medio de la mesa. No suelo fijarme en esas cosas, pero mientras me tomaba mi jugo de naranja exprimido decidí darle una mirada a esa hoja que estaba tan mal puesta en nuestro lugar de reunión. Eran números escritos a mano, más que números eran coordenadas.., por que tendría mi mama coordenadas? Sé que no eran de mi papa porque él nunca usa tinta azul. De quien fuesen, era algo muy raro de encontrar en casa. Aburrida como solo podía estar en un domingo decidí ir a la computadora de mama ya que la mía estaba en un colapso nervioso, y busque las coordenadas en internet mediante un buscador. Acá no fue la computadora la que colapso, fui yo. Apenas ingrese esos números se abrió una nueva puerta para mí, salió una voz robótica de la computadora saludándome con el nombre de mi mama. Sentía que estaba dentro de una película, y no era la protagonista. En dos segundos comencé a dudar de todo, mire a mí alrededor, fotos, archivos, por que había todo esto? Por qué nunca lo había visto? Mire el escritorio de papa, todo estaba igual, lleno de papeles, información. Nunca estaba todo así, excepto hoy, hoy que ellos no estaban, se encontraba todo en cierto modo desordenado dentro de un orden minucioso. Bajo unos papeles encontré una carta, sabía que no era lo correcto, pero quería abrirla igualmente. Vi sellos, vi firmas, iba destinada a mi madre..
Sí, pero ella era llamada “768765”. No sé cómo en un abrir y cerrar de ojos todo tenía sentido, los viajes de negocio de papa, las escapadas repentinas de mama, la gente que me miraba extraño ya que sabía más de mi vida que yo misma. Mis papas siempre estuvieron ocultándome algo, me ocultaban quienes eran. Ahora lo sé, y no creas que esta bueno que tus viejos sean de esta organización. Me sentí defraudada, sé que su misión es ocultármelo, pero ahora la que se oculta soy yo. Cuando descubrís el secreto sos parte de ellos, las coordenadas son lugares secretos, los papeles son ritos secretos, y esta carta debe ser secreta. No dejes que te descubran por favor, no quiero que tengas que ocultarte como yo, ni mientas como yo. Lee esto y enterra esta carta, hace tu vida como siempre, no dejes que te lleven, no puedo decirte quienes pero no dejes que te lleven. No confíes en la gente que tiene la mirada perdida, te miran más cerca de lo que crees.
El otro día estaba en casa, papa estaba en uno de sus tantos viajes de negocios y mama en lo de una de sus amigas, o algo así, la verdad no escuche a donde se iba porque estaba en la computadora. Todo era muy normal, yo malgastando mi tiempo como siempre y silencio en casa. Con mucho esfuerzo de mi parte decidí ir a buscar algo para comer a la cocina. Continuaba todo muy normal, muy ordenado estrictamente como lo quiere mama. Pero algo me molestaba, era una hoja que se encontraba en el medio de la mesa. No suelo fijarme en esas cosas, pero mientras me tomaba mi jugo de naranja exprimido decidí darle una mirada a esa hoja que estaba tan mal puesta en nuestro lugar de reunión. Eran números escritos a mano, más que números eran coordenadas.., por que tendría mi mama coordenadas? Sé que no eran de mi papa porque él nunca usa tinta azul. De quien fuesen, era algo muy raro de encontrar en casa. Aburrida como solo podía estar en un domingo decidí ir a la computadora de mama ya que la mía estaba en un colapso nervioso, y busque las coordenadas en internet mediante un buscador. Acá no fue la computadora la que colapso, fui yo. Apenas ingrese esos números se abrió una nueva puerta para mí, salió una voz robótica de la computadora saludándome con el nombre de mi mama. Sentía que estaba dentro de una película, y no era la protagonista. En dos segundos comencé a dudar de todo, mire a mí alrededor, fotos, archivos, por que había todo esto? Por qué nunca lo había visto? Mire el escritorio de papa, todo estaba igual, lleno de papeles, información. Nunca estaba todo así, excepto hoy, hoy que ellos no estaban, se encontraba todo en cierto modo desordenado dentro de un orden minucioso. Bajo unos papeles encontré una carta, sabía que no era lo correcto, pero quería abrirla igualmente. Vi sellos, vi firmas, iba destinada a mi madre..
Sí, pero ella era llamada “768765”. No sé cómo en un abrir y cerrar de ojos todo tenía sentido, los viajes de negocio de papa, las escapadas repentinas de mama, la gente que me miraba extraño ya que sabía más de mi vida que yo misma. Mis papas siempre estuvieron ocultándome algo, me ocultaban quienes eran. Ahora lo sé, y no creas que esta bueno que tus viejos sean de esta organización. Me sentí defraudada, sé que su misión es ocultármelo, pero ahora la que se oculta soy yo. Cuando descubrís el secreto sos parte de ellos, las coordenadas son lugares secretos, los papeles son ritos secretos, y esta carta debe ser secreta. No dejes que te descubran por favor, no quiero que tengas que ocultarte como yo, ni mientas como yo. Lee esto y enterra esta carta, hace tu vida como siempre, no dejes que te lleven, no puedo decirte quienes pero no dejes que te lleven. No confíes en la gente que tiene la mirada perdida, te miran más cerca de lo que crees.
Te quiero.
756897.
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Martin Jazmin
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