Hace mucho tiempo, cuando a un se hablaba de la guerra, yo Jenifer Anderson fui desposa por el joven y buen mozo Andres Smith. Eramos muy felices, disfrutábamos cada minuto de cada día, paseábamos todo los días por el mismo parque en el cual no solo nos conocimos, sino en el cual me pidió matrimonio, de noche nos transformábamos en fieras salvajes del amor.
Los años pasaron, y con el tiempo el me obligo a dejar de salir, y a quedarme en casa con los niños, si tuvimos 5 niños, Sofia de 12 años, Camilo de 10 años, Soledad de 8 años, y los mellizos, Juan Cruz y Mariana de 4 años. Adoraban a su padre, cada vez que volvía del trabajo ellos estaban en el porche esperándolo, para contarle lo que habían echo en el día, en el colegio, con el tiempo ellos crecieron, se casaron tuvieron su propia familia, venían todos los findes de semana a pasarlos en familia.
Los años siguieron pasando, una noche esperando a mi adorado esposo, este llego con compania, quien mas que su intimo amigo, el caballero Ivan Lochete, un guapote de unos 42 años.
Una noche de septiembre, me levante en a las 2am, y baje las escaleras, emprendí camino hacia la cocina en donde se encontraba mi marido y su amigo, hablando de mujeres, tome un vaso de agua y me retire. Al los pocos minutos de volver a mi habitación, viene mi marido, y hicimos el amor, como nunca antes. A la mañana siguiente, cuando voy para el patio a regar las plantas, mi marido y su amigo estaban en el porche hablando nuevamente de mujeres, y al cabo de un tiempo me llaman, yo me acerco y les pregunto que necesitaban, y ellos me dijeron lo siguiente:
-Mi amor, hoy a la noche tengo una cena, y una fiesta, no me esperes
-De acuerdo.
-Y tu, preciado amigo te dejo a mi esposa para que te complazca en lo que tu desees, si así es tener relaciones o algo por el estilo, esta a tu merced. Y tu ya te puede retirar-refiriéndose a mi.
Me retire rápidamente, pero estupefacta, sin comprender que era lo que acaba de pasar, esa noche tuve relaciones con el mejor amigo de mi marido. la situación prosiguió por meses, y esos meses se hicieron años, tenia un amante sin obstáculos, y sin mentiras, gozaba de noches de sexo, con dos hombres al mismo tiempo, hasta que la cosa empeoro. Una noche comenzaron a peliarse entre ellos, tuve que salir de la casa e irme a lo de mi intima amiga Irma, que vivía a unas 3 cuadras de mi casa. Allí pase semanas hasta que las cosas se calmaron por casa, una vez que este suceso quedo en el pasado, hubo serios cambios, la rutina no era la misma, ya no domriamos mas los 3 juntos.
Una noche, de soledad, la cual estaba absolutamente sola en mi cama, sin conciliar el sueño, tuve una revelación, de que para estos hombres era un objeto, que servia de noche para darles placer, y de día era una criada mas, que cumplía todas sus ordenes; y decidi que iba a cambiar eso seriamente, no podia revelarme, tenia que lograr encontrar una forma que no levantara sospechas, decidi intentar que se peliaran entre ellos, pero no tuvo eficacia eso. Deduje que tenia que influencia a mi marido, de que Ivan, me trataba mal en la cama cuando estaba con el, que me pegaba, etc. De esta manera logre que se peliaran severamente. Y hasta ahora el problema, del objeto de mi persona, quedo estancado, hasta que aparesca otro y se repita lo mismo, Dios no lo permitas.
ROSARIO DIAZ
